“Para aprender a orar, lo mejor es meterse en la oración, como para aprender a nadar, lo mejor es tirarse al agua. Entonces, para aprender a orar, hay que tirarse en Dios, sumergirse en Él”.
En la persona del Cardenal Pironio se conjugaban dos capacidades nada comunes: una singular lucidez para leer los signos de los tiempos y un profundo espíritu de oración. Ambas cualidades se manifiestan en estas páginas, que contienen las meditaciones de un retiro espiritual predicado por el autor.
“Fidelidad a nuestra hora” nos ofrece la posibilidad de introducirnos en la sabiduría y sencillez de un pastor que es uno de los referentes de la Iglesia en Argentina.
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