Tengo la seguridad de que ser agradecido te hace feliz. ¿Puedes creerlo? Cada situación trae consigo una enseñanza, una esperanza y un impulso. Sonaría romántico decir que no tienes algún motivo para quejarte, pero, ¿de qué te valdría? Vivir una vida de derrota, de inconformidad, tener una existencia en este mundo sin sentido.
Cuando conocemos el propósito de nuestra vida, navegamos con sentido y gratitud. Construimos una vida sobre una roca sólida, que nos ayudará a soportar las tempestades que nunca van a escasear. Así comprendemos que son pruebas y procesos que nos ayudarán a crecer y avanzar. (Salmos 62:7)
Resaltar cada razón por la cual sentirte gozoso te adiestrará en aceptar y aplaudir una puerta cerrada, un sueño o una petición no cumplida; porque a veces nos empeñamos en deseos que al final si lo obtenemos nos perjudicarían aún más. Tener discernimiento y humildad al ser agradecido te hace feliz.
Reconciliarte con tu entorno para ser agradecido te hace feliz
Comienza desde hoy a declarar que ser agradecido te hace feliz. Mira lo que tienes a tu alrededor y da gracias por cada cosa o detalle. Si crees que no tienes nada por lo cual agradecer, emprende tu búsqueda, porque hasta por el aire que respiramos debemos sentirnos regocijados.
Las personas determinadas a cambiar de actitud emprenden cosas que antes no habían intentado. De esta forma se dan cuenta que al final del túnel si había una luz de esperanza. Comienzan a caer los hábitos de queja, inconformidad, ingratitud, y de todo aquello que te hacía infeliz.
No hablo de que todo se soluciona por arte de magia, debes ser muy intencional en lograr lo que te propones. Ser agradecido te hace feliz te llena de vitalidad, transforma tu manera de pensar. Luego de vivirlo y disfrutarlo estarás dispuesto ayudar a otro para que encuentre la misma experiencia que tú.