Este libro logra destacar los aspectos humanos y psicológicos de la personalidad de Tersa de Lisieux y situarlos en el campo de su experiencia espiritual. El autor examina el itinerario de Teresa aclarando hasta qué punto los acontecimientos personales que ella ha vivido la han conducido a vivir pascuas sucesivas hacia una confianza cada vez mayor, hacia la santidad del Evangelio. La fuerza de su testimonio y el poderío de su pensamiento conservan una actualidad evangélica que no pasa.