«Mi vida de carmelita (afirma C. Kaufmann) ha estado desde el primer día marcada por la categoría de cambio, de desarraigo, de tensión entre lo viejo y lo nuevo, entre lo esencial y lo accidental. La fe en la vocación, la certeza de que el camino de Teresa de Jesús era también un camino para mí, no me ha abandonado nunca». Esta obra quiere ser memoria de tantas mujeres y hombres que con la verdad de su vida, y la transparencia de su mirada, y la autenticidad de su palabra, apuntan hacia lo mejor y más valioso que tenemos como personas. Creemos sinceramente que C. Kaufmann pertenece a esa larga cadena de seres humanos convertidos en hitos o mojones que nos enseñan a vivir.