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La necesidad de la teología espiritual, por Santiago Bohigues

¡Qué hermosa es la vida entendida como un camino de crecimiento y de maduración interior!, ¡qué gran labor tiene aquél que conociendo la verdad del corazón del hombre en el amor de Dios, se entrega a ese camino de pacificación interior!

En el mundo de hoy, hay un proceso de subjetivación del mundo religioso; se cree que todo vale y que todo se tiene que considerar. Necesitamos de unos verificadores, referentes objetivos para corregir y ayudar.

La vida cristiana entendida como vida espiritual, es la apropiación personal del misterio objetivo de Cristo por obra del Espíritu Santo: «Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí» (Gál. 2, 20); «para mí vivir es Cristo» (Flp. 1, 21). “La existencia cristiana es «vida espiritual», o sea, vida animada y dirigida por el Espíritu hacia la santidad o perfección de la caridad”[1].

Es urgente discernir sanamente las mociones del Espíritu Santo en el enriquecimiento de la persona y aquellas que nos sacan de ese “más” amor que San Ignacio de Loyola habla en sus Ejercicios Espirituales. El camino de la transformación espiritual en unión con Jesucristo, lleva a la vida a un proceso, a un camino interior en la verdad del amor auténtico.

Tenemos el peligro de ir a algunos aspectos de la vida cristiana y no ir a lo esencial, al corazón del Evangelio, al misterio de Jesús. No ir a lo devocional en primer lugar, sino ir al ser del hombre en la presencia de Dios; lo importante no es la implantación de unas prácticas devocionales sino contemplar la vida de Jesús a la luz de su corazón, ir al hombre Cristo Jesús; todo lo demás es consecuencia y ayuda a lo fundamental.

La ciencia dedicada al estudio de la personalización del misterio de Dios se llama teología espiritual; no es pura subjetividad vivencial ni pura exposición objetiva del misterio de Cristo (teología dogmática), sino ciencia y sabiduría de las leyes de su apropiación personal en la verdad del puro amor. No son solamente de leyes psicológicas, pedagógicas o existenciales, son leyes del Espíritu de Dios y según su Espíritu.

En lo relacional se construye el hombre (hombre-mujer); nos desarrollamos en nuestra masculinidad o feminidad por creación amorosa de Dios: “el hombre es dependiente en su independencia” (De la Croix). La dirección o acompañamiento espiritual es la ayuda a esa “forma Christi” (Gál 4, 19) de cada discípulo de Jesucristo[2].

Acerca de Santiago Jesús Bohigues

Santiago Jesús Bohigues es Director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero de la Conferencia Episcopal Española.

Ha sido Doctor en Teología Espiritual por la Facultad del Norte de España, en Burgos. Igualmente, a lo largo de este tiempo ha sido vicario parroquial en las localidades de Muro de Alcoy, Cetla de Núñez, Alcocer, Benámer y Alginet así como párroco de Turís y Casinos.

Ha publicado 2 libros dentro de la Colección Mística y Místicos  en la Editorial Monte Carmelo: El corazón humano de Cristo e Itinerario de maduración de la vida cristiana.

[1] SAN JUAN PABLO II, PDV 19.

[2] Cf. Apuntes de Agustín Sánchez Manzanares, director espiritual del Seminario de Alicante y profesor de Teología Espiritual de la Facultad de teología del Norte de España de Burgos.

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