Como padres, algunas veces nos hemos preguntado ¿Cómo debo o puedo hablarle a mi hijo adolescente? Es bien sabido que comunicarse con los jóvenes no siempre es fácil, sin embargo, también es cierto que se trata de una etapa de transición.
El adolescente no es un niño, pero tampoco es un adulto aún, atraviesa un proceso de cambio y definiciones.
El adolescente necesita encontrar su identidad y su camino; es nuestro trabajo, como padres, buscar la mejor manera para guiarlo; «Por lo que toca a ustedes, padres, eduquen con tacto a sus hijos para que no se desalienten» (Colosenses 3:21). Y así, con amor, respeto y de la mano de Dios, la comunicación fluirá nuevamente.
Quiero hablarle a mi hijo adolescente sin discutir
¿En verdad puedo hablarle a mi hijo adolescente sin discutir? Por supuesto que sí. Podemos partir de la siguiente premisa bíblica: «Mejor es la sabiduría que la fuerza» (Eclesiastés 9:16) ¿A qué nos referimos en este versículo? A que actuando inteligentemente lograremos más con nuestros hijos que forzándolos o gritándoles. Básicamente se trata de:
- Admitir su individualidad
- Escucharlos atentamente y con respeto.
- Llevarlos al campo del razonamiento.
- No tratar de tener siempre la razón.
Como en toda relación, la comunicación es clave; «Todo hombre tiene que ser presto en cuanto a oír, lento en cuanto a hablar» (Santiago 1:19). No se trata de perder autoridad, sino de abrir los caminos para que fluyan la comunicación y el amor que quita la tristeza.